Tal vez te encuentras en un momento vital en el que sientes la necesidad de dar un cambio. Puede que estés en crisis por un problema laboral, o que la pérdida de un ser querido te siga atormentando después de mucho tiempo. O es posible que pretendas dar un impulso a tu vida para cambiar de raíz: un nuevo trabajo, un ambiente más estimulante, una nueva vivienda. ¿Quieres reinventarte?
Si estás en esta situación, y te parece que hacerlo solo no te resulta fácil, quizás estés pensando contar un profesional con experiencia como facilitador del cambio. Entonces, puedes probar con pedir ayuda en una consulta de Counselling. ¿No tienes claro qué puedes encontrar allí? Sigue leyendo. Te lo explicamos a continuación.
Los más de cincuenta años en los que se ha desplegado la teoría y práctica del Counselling nos enseñan que hay una serie de condiciones básicas que facilitan que la relación de ayuda alcance lo que se pretende. Los diferentes representantes más significativos del Counselling las han expresado con matices distintos, pero podría afirmarse que coinciden en lo esencial, así que puedes esperar encontrar lo siguiente:
- Un counsellor o asesor comprometido vocacional y profesionalmente con cultivar tres actitudes básicas: empatía, respecto incondicional del otro y autenticidad. La empatía permite al counsellor comprender la vida desde el punto de vista del cliente, y validar su perspectiva singular y única. El respeto incondicional le permite aceptar al otro sin juicios, sin exclusiones, realzando el valor de su incuestionable humanidad, más allá de las circunstancias en que se encuentra. La autenticidad expresa el compromiso del counsellor por expresarse tal y como es: con coherencia, sin ficciones, y con la convicción de que cuando dos almas se embarcan en un proceso de cambio con sinceridad y honestidad el resultado es siempre satisfactorio. Según Carl Rogers estas actitudes ya tienen por sí mismas un gran potencial terapéutico, pero además el counsellor es un especialista en un conjunto de destrezas y competencias profesionales que contribuyen a que la ayuda sea efectiva.
- Un enfoque centrado en la persona. El terapeuta o counsellor será eficiente en la medida en que dé importancia a las vivencias del ayudado, a los significados que da a sus experiencias, a sus sentimientos y valores, y en definitiva, al modo como la persona vive su problema. No existen problemas objetivos, sino personas que reaccionan ante las circunstancias de manera problemática, y que pueden cambiar esta actitud. Este enfoque es diferente del que se centra en el problema desde el punto de vista de los datos objetivos que lo definen, sin tener en cuenta el sentido que le da el individuo. El papel del counsellor se orienta a potenciar los recursos de la persona para que ésta pueda enfrentarse con libertad y responsabilidad a cualquier problema que se le plantee en su vida.
- No directividad. Es un punto de partida básico del counselling, en el que particularmente Carl Rogers puso énfasis especial: la misión del counsellor no es dirigir a la persona hacia un punto determinado, y menos aún, considerar que este puede ser fijado por el propio orientador. Es la persona que plantea la necesidad de ayuda quien reconoce dónde está, hacia dónde quiere ir, y qué medios emplea en el recorrido que ella misma traza. El papel del counsellor es potenciar su autonomía en la fijación de los objetivos y de los medios.
- Visión holística. El ser humano se comporta como un sistema en el que están interconectadas las distintas dimensiones física, mental, emocional, social y espiritual, de modo que lo que afecta a una de ellas repercute en el conjunto. El trabajo del counsellor ha de tener esto en consideración para potenciar su máximo desarrollo y equilibrio armónico en la persona que necesita ayuda.
- Un planteamiento lógico del proceso de cambio. El camino por el que transita la persona que necesita ayuda se enmarca en una serie de etapas. Cada una de ellas tiene importancia para facilitar el objetivo final del cambio madurativo, por lo que el counsellor pone su intención en facilitar tu recorrido apoyándose en lo que necesitas en cada uno de esos momentos. Gerard Egan habla de tres etapas, que con una metáfora teatral llama a la primera «escenario presente», a la segunda «escenario deseado», y habla por último de la etapa de la acción dirigida a lograr el objetivo. Carkhuff se refería a una primera fase de autoexploración, una segunda de autocomprensión y una final de iniciación del cambio. En definitiva, se trata de profundizar en tres aspectos: cómo soy ahora, cómo quiero llegar a ser, y qué pasos concretos tengo que dar para lograrlo.
- Un ambiente apacible y estimulante. El counsellor procurará que la relación contigo se mantenga en un lugar cómodo y adecuado para preservar la intimidad. Se generará entre uno y otro un vínculo de confianza en el que se garantiza la estricta confidencialidad de la relación de ayuda. Normalmente, las sesiones de trabajo duran una hora como máximo y la periodicidad suele ser semanal. El Counselling es una forma de terapia breve que no tiene por qué ocupar más allá de veinte sesiones, aunque esto puede variar en función de las circunstancias. Todo esto, así como los honorarios y cualquier otra cuestión práctica se fijará claramente desde el inicio de la relación.
En el Equipo Despliega estamos comprometidos con estos criterios, y procuramos que todo se adapte a tus necesidades y a tus posibilidades, porque lo que nos importa sobre todo es facilitar tu cambio personal en la dirección que tú elijas para tener una vida plena.